Yo también quiero uno

Hace más de diez años -manda güebos cómo pasa el tiempo- gasté todos mis ahorros y mucho más -tuve que pedir un préstamo- para comprarme mi Volvo. Hoy tiene casi 270.000 kilómetros y, aunque me gustaría, no sé cómo meterme en la compra de un coche nuevo sin enfangarme nuevamente hasta el cuello.

Sin embargo hoy he encontrado la solución leyendo la prensa. Basta con convertirse en consejero de la Junta de Andalucía, sí, la de Chaves, para conseguir un "cojocoche" a precio de saldo. El titular de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de la realidad nacional andaluza, Isaías Pérez Saldaña que así se llama, ha enganchado nada menos que un flamante BMW 530d valorado en 48.000 € (ocho kilos de las pelas de antes), por la nimia cantidad de 12.950 €, I.V.A. y gastos de gestoría incluidos. Desconozco si el precio del seguro, a terceros o a todo riesgo, ha tenido algún descuentillo similar.

El carro en cuestión pertenecía a la flota oficial de la Junta y en vez de salir a pública subasta o pasar a manos de la policía -mecanismos habituales de enajenación de vehículos oficiales-, ha pasado por arte de magia a manos del mencionado pollo, perdón, consejero, y a un precio de verdadera ganga.

Si alguien tiene mano con este Isaías que me lo cuente, que yo también quiero uno. Pero si hay que sacarse carné del PSOE... entonces paso, que eso sí que cuesta un güebo.