30 marzo, 2006

Y una mierda

Iba Caperucita Narbona Roja por el bosque cuando de repente ¡zas! ¡una mierda! Y ella, que es muy observadora, no la pisó, qué va. Su afilado olfato, ese que se agudiza en las altas esferas políticas y más en un ministerio, le ayudó en la reflexión: "Dada mi experiencia en mierdas -no obstante milito en el PSOE-, pa mí que este zurullo no es de ardilla ni de oso pardo, que no". Y, una vez esquivado el cagajón, siguió correteando alegre entre las primaverales florecilias de la campinia.
Pasados unos metros frenó en seco sus saltitos cuando algo le vino a la mente: "¡Uybé! ¿No son estos los terrenos por los que pasa la M-501, esa que quiere desdoblar la Aguirre? ¿eh? Uy uy uy... que ya sé de qué va a ser la caquita..." Fue entonces cuando desanduvo sus pasitos y, con una enorme sonrisa en la boca, recogió con ambas manos y muy cuidadosamente la feliz boñiga. Trájola con esmero a casa de la abuelita, digo a su ministerio, y mandola analizar para confirmar sus sospechas. Enefectamente, aquella linda y oportuna cagarruta ¡era de lince!
Y no hay que ser eso, un lince, para percibir que en este cuento algo huele mal ¿será la mierda de la Narbona? Será. Después de que el propio ministerio que ella dirige haya asegurado en varias ocasiones que en la Comunidad de Madrid ná de ná, que no hay más felinos que los gatos de angora y alguna que otra gata salvaje, eso sí, ahora florece cual capullo silvestre una ñórdiga de lince justo en el momento y el lugar oportuno. Joé, yo creía que eso sólo ocurría con las mochilas bomba.
Por causa de tan insigne cagada ya anda la Narbona como loca pidiendo la paralización de las obras de desdoblamiento de la carretera, esa que el año pasado se ha cobrado el peaje de 15 vidas humanas en su trazado. Y ya lo han dicho la Aguirre y el Zabía, su Consejero de Medio Ambiente, ¿quieren ustedes linces en Madrid? Pues dennos una pareja que nosotros los criamos.
Lo de la Espe es significativo. El bobo solemne anda muy preocupado con ella y ha mandado toda su artillería femenina pesada en su contra. Nada menos que cinco de sus ministras andan como obsesas buscándole las grietas al gobierno regional de Madrid. Es evidente que hoy por hoy y con un par, la Espe representa muchos de los valores del PP y su forma de hacer las cosas, una Presidenta fuerte que cada día convence más a los madrileños. Algo estará haciendo bien, digo yo, cuando el empeño del PSOE es atacarla como sea. Enhorabuena Presidenta, y la Narbona que comparta su mierda -de lince- con sus colegas.
Mars Upial.

26 marzo, 2006

Pumpido pop star

Durante la apacible comida familiar de ayer -el fin de semana da para estas cosas- surgió una divertida conversación en la que los más pequeños aprendieron la diferencia de los vocablos normal, anormal y subnormal. Jugaron, aprendieron y todos pasamos un buen rato entre chistes, ocurrencias... y un espléndido solomillo.
Repasando la prensa del fin de semana compruebo que tenemos un fiscal general del Estado absolutamente anormal. Bien es cierto que esta anormalidad ha sido norma en los peones que al frente de este puesto ha colocado el partido socialista o ¿no se acuerdan ustedes del "Pollo del Pinar"? Efectivamente, el señor Eligio Hernández, aquél juez canario que fue nombrado para el cargo con tanta controversia y que hoy anda enfrascado en encumbrar a un médico y sus polvos mágicos convencido de que se merece el premio Nóbel, lo que hay que ver.
Volviendo al presente, lo del señor Conde Pumpido parece un culebrón venezolano. No importa el motivo, él siempre se las apaña para aportar su chascarrillo al panorama de actualidad política y, poco a poco, se ha ido abriendo un hueco en la prensa del corazón político hasta hacerse imprescindible. Ya es el amo del cotarro y sabe encontrar titulares semana tras semana. Desde la defenestración de Fungairiño hasta hoy, rara ha sido la jornada en la que no ha aparecido en los lugares más destacados de los diarios. Y yo me pregunto ¿esto es normal? ¿Nuestro fiscal general del Estado no ha confundido su puesto con el de una Pop Star? No creo que su misión sea la de intervenir a diario aportando "sugerencias" y "consejos" en todas direcciones. Su última ocurrencia, la de incitar a los jueces a meditar el dictado de medidas cautelares a los presos de ETA me parece, simplemente, vergonzosa. Nunca el poder judicial se había visto tan instrumentalizado y politizado.
Y hago otro pequeño apunte cambiando de tema. En esta última semana hemos asistido a los famosos comunicados de ETA en los que anuncia un alto el fuego permanente y, de forma premeditada, no he querido escribir nada en estas páginas. Entiendo que la importancia del hecho y su análisis, merecen una profunda reflexión que no me encuentro capacitado para emprender al menos por el momento. Me gustaría poder creer a los terroristas pero deberían mostrar algún signo más de que están en el buen camino: abandonar la extorsión y entregar sus armas y explosivos. Me gustaría pensar que no volverá a sonar un sólo disparo terrorista más, pero tengo mis dudas de si esto no será una nueva tregua trampa y, tarde o temprano, tendremos que llorar a otro Miguel Angel Blanco. Me gustaría creer al Gobierno cuando ofrece integrar a la oposición en el logro de la paz definitiva, pero hay muchas interrogantes que no ha contestado aún. Me gustaría, sobre todo, que mis hijos nunca conocieran el miedo al disparo en la nuca, pero para esto aún quedan muchos años...
Mars Upial

18 marzo, 2006

Con faldas y a lo loco (Crónica machista)


Sí, ya lo sé, me repito, son argumentos recurrentes, pero ¿qué le voy a hacer? La realidad política de este país se empeña, una y otra vez, en aferrarse a las mismas directrices. El partido que ocupa el Gobierno, que no nos gobierna, se afana en su labor de oposición de la oposición. El mundo al revés. Tal vez no han olvidado la labor que desempeñaron durante los ocho años más fructíferos de nuestra democracia y hoy, dos años después, continúan anclados en esa tradición. No son conscientes de que ahora les toca a ellos, que son ellos quienes deben gobernar y que deberían olvidar su fijación por atacar al Partido Popular.
En cada intervención de sus altos cargos, ministros o portavoces, en vez de una exposición argumental, en lugar de una explicación de sus acciones, todo lo que los periodistas logran recoger son ataques al Partido Popular. Cualquier pregunta o situación es buena para traer a colación la injusta guerra de Irak en la que nos metió el del bigote, la foto de las Azores o el chapapote gallego del Prestige. Argumentos cero.
En muchas ocasiones he comentado también su doble rasero, la diferente forma de enjuiciar cualquier comentario o acción sólo por el hecho de provenir del PP o de algún miembro de sus filas. En estos días hemos tenido varios ejemplos al respecto y algunos protagonizados o propiciados por la mojama de los colorines que tenemos como Vicepresidenta. El famoso desplante de las mujeres socialistas del Congreso a la intervención de Zaplana, un acto organizado y absurdo como tantos, ha vuelto a provocar el revuelo y ocupar primeras planas en los diarios. Volvemos al feminismo del cacareo, a las gallinas del corral revolucionadas y obsesionadas por el recuento de cuotas y por airear las plumas ante la opinión pública para aparentar que hacen algo por las mujeres de este país. Lejos de esto, no conozco ni una sola acción de estas estridentes gallinas en aras de igualar los salarios de hombres y mujeres, de propiciar a ambos géneros las mismas oportunidades o por fomentar la integración de la mujer en puestos de alta dirección en las empresas. Eso sí, se consigue mucho si una, o varias, se disfrazan de recogedoras de pistachos y se marcan unos bailecitos que tanto desahogan a las oprimidas colegas africanas. ¿Saben ustedes que a esa gira por Mozambique y Kenia también asistió la diputada popular Ana Pastor? ¿Le han visto ustedes haciendo el mamarracho disfrazada o dando saltos en alguna fotografía? Es evidente que los intereses y formas de trabajar de una y otras son absolutamente distantes.
Cuando la señorita De La Vega ha sido preguntada al respecto, ha explicado a la perfección la teoría del Gobierno en esta materia:
“Me siento absolutamente honrada de haber representado a los ciudadanos de este país y de haber compartido un futuro de esperanza con las mujeres africanas. (…) Prefiero esa imagen de vicepresidenta a la imagen de las Azores. Estoy segura de que los ciudadanos prefieren la imagen de un Gobierno que prioriza África a la del que lleva a una guerra injusta. No sé si el suyo es un problema de ignorancia, que sería inexcusable, de maledicencia, que sería intolerable, o de machismo detestable".
¿Recuerdan lo que comentaba al principio de este post? Argumentos cero y obsesión por atacar al PP.
La femenina reacción en defensa de la Vice ante la locución de Zaplana, aliñada también por la participación de algún que otro diputado masculino, imagino que será similar a la que observaremos en breve cuando este selecto grupo se entere de lo que ocurrió en el último Pleno del Ayuntamiento de Palencia. Supongo que correrán escandalizadas a airear sus plumas ante el Alcalde socialista de la ciudad que, sin venir muy a cuento, afirmó que "mis concejalas tienen los glúteos muy duros". Debió de resultar una sesión muy singular tal y como relatan los periodistas. ¿Una apuesta? Va un café a que no hay declaración alguna al respecto por parte de la mojama ni de ninguna de sus secundonas gallinas. ¿Imaginan ustedes de qué se estaría hablando si ése locuaz Alcalde militase en el Partido Popular? No hace falta mucha imaginación, no.
Supongo que el grupo de mujeres socialistas en breve se lanzará a criticar algún otro discurso o actitud machista del primer miembro del PP que se les cruce en el camino. Desde aquí, con permiso, les aconsejo que se tomen un poco más en serio su función y que empeñen sus esfuerzos en intentar acortar la distancia que, por desgracia, aún separa a hombres y mujeres. No quiero aportar una sugerencia pero si alguna de las mujeres socialistas se entera, es muy probable que haga campaña por el uso de este novedoso aparato. Es indudable que aportará muchas ventajas a las mujeres, igualará en mucho el comportamiento masculino y femenino y, sobre todo, lograrán salir en la prensa una vez más. La igualdad real entre el hombre y la mujer la dejamos para otro día.
Mars Upial.

16 marzo, 2006

Hasta los pingüinos


Acabo de "robar" este link en el blog de Jesús Pérez:

http://jepema.blogspot.com/

Está gracioso.

Mars Upial.

15 marzo, 2006

Xixarro dixit

Mi amigo Xixarro quiso hacer un comentario a mi post de ayer pero finalmente no pudo y me envió sus reflexiones por e-mail. Ya que su intención inicial era hacer público su comentario, imagino que no le molestará que lo edite yo. Me permito por tanto la licencia de reproducir aquí su mensaje y lo hago también por entender que muchos de nosotros nos sentimos así en aquellos momentos, tal y como él describe. Y lo hace estupendamente.
Gracias amigo. Aquí está tu comentario:
No voy a añadir mucha cosa a la que tú ya escribes, porque no es mi intención, pero recordando esa fecha, recuerdo también un comentario de un famoso locutor de radio que, gustos aparte, narraba en ese momento (a fecha pasada, es decir, unos días después del horrible atentado), un gesto en el rostro de los madrileños, un gesto que también estaba en mi faz.

Recuerdo cuando me enteré de los atentados del 11-M. Estaba desayunando en casa, antes de partir para el trabajo y las noticias de la mañana (suelo ver Telecinco), anunciaban un atentado con bombas múltiple y escalonado en Madrid. Durante el día hice varios desplazamientos en coche y, de esta forma, me iba enterando de la evolución de los acontecimientos. No me creía lo que estaba escuchando y mi rabia se dirigió, evidentemente, a los perros más cercanos que tenemos, nuestros vecinos de E.T.A.. Recuerdo también que comentaba con muchos de mis compañeros de trabajo que lo que hiciera con la información acerca de este atentado el Partido Popular sería crucial para las elecciones, así como el aprovechamiento que pudiera sacar el PSOE de todo esto. No pretendo ahora criticar a ninguno de ellos; no es el fin de este correo, pero sí recuerdo, y es lo que quiero contar, lo siguiente y que tiene relación con el comentario del locutor radiofónico al que hago referencia al principio de este correo: la cara de incredulidad, de vacío, de pena, de infinita y profunda pena interior. Créeme, que me dolía como nunca me ha afectado una noticia como ésta. No tanto por el número de víctimas. El atentado del 11-S sufrido por los Estados Unidos superaba con creces este número y aún así y respetando todo lo respetable del suceso y sintiéndolo por las personas que murieron descuartizadas por los escombros de las dos moles de acero y hormigón al desplomarse (sus familiares no pudieron recuperar nada reconocible de sus seres queridos), no los sentí tan cerca como a los madrileños esa mañana, ese día siguiente, esos días posteriores. Cuando el locutor mencionó que, de camino a casa, de camino a la noticia, de camino al trabajo y en los semáforos, en los conductores dentro de sus vehículos o en los peatones, advertía ese rictus en el rostro, caí en la cuenta que yo también lo presentaba.

Pero hubo algo que me hizo sentir orgulloso. Orgulloso de ser español (sin calificativos nacionalistas, por favor), pero sobre todo, de ser racional y ciudadano. Y también me dió una falsa envidia: la reacción de los madrileños al atentado, que ahora recuerdo no poco emocionado, y que me dió más esperanzas de que todo esto acabará algún día que ningún discurso de ningún gobierno de ninguna parte del mundo. Creo firmemente que si se pensara simplemente en hacer sonreír al que tienes enfrente, en lugar de crisparlo, el mundo sería bastante más feliz.

Y el día de las elecciones, fui a votar. Y, quiero creer que como muchos, independientemente del sentido de voto, lo hice más convencido que nunca de mi democracia y mi país y de sus gentes. Chico, muchos de vosotros, madrileños, tuvísteis la culpa. Os admiré, por vuestra energía, vuestra entrega y vuestra voluntad de superar aquel momento, y en mis pensamientos estuve con vosotros haciéndoos toda la compañía que mi pequeña talla permite.

Un abrazo, apañero :D

12 marzo, 2006

Aniversario

Me propongo no caer en los mismos argumentos que unos y otros andamos repitiendo estos días pero no sé si lo conseguiré. Hace dos años vivimos una de las peores y más absurdas experiencias que se puede sufrir: la muerte provocada, cruel y sin sentido. Los terroristas asestaron una salvaje y cruenta puñalada en el corazón de una ciudad, en el corazón de una democracia, en el corazón de un pueblo. Se llevaron por delante a niños, jóvenes y adultos, a extranjeros y a españoles, a hombres y a mujeres... no hubo diferencias. Sus planes fueron sencillos: buscar una hora punta y un medio de transporte concurrido. Los nuestros cayeron como chinches.
Hace dos años pudimos escuchar estremecedores relatos de supervivientes, de policías, médicos y sanitarios, de bomberos y ciudadanos de a pie, que nos transmitieron con terrible crudeza y emoción lo que debieron ser aquellas primeras horas. Aún así, incluso con la ayuda de estos relatos hiperrealistas, los que no estuvimos allí no sabemos exactamente qué se vivió. Tenemos grabadas las imágenes en nuestra memoria, los sonidos, los funerales, las caras de los familiares entrando y saliendo de Ifema, la lluvia y la muchedumbre de la manifestación... pero, repito, no estuvimos allí.
El absurdo de estas muertes, el siempre absurdo acto terrorista, no deja de ser una herida abierta en nuestras democracias. No puedo imaginar qué justificación puede inundar un corazón para empujarle a ejecutar a inocentes. No quiero entender qué irracional fanatismo puede ser la causa de la muerte de mi hermano, mi hijo o mi madre. ¿Quién tiene derecho a destrozar así tantas vidas? Conozco a supervivientes del 11-M y a familiares de asesinados por ETA y puedo asegurar que sus vidas han cambiado para siempre. ¿Con qué derecho un ser humano se erige en modelador de las vidas de sus semejantes? ¿Hay algo que pueda justificar tales actos? Desde el convencimiento democrático, o moral, o simplemente humano, es sencillo contestar a estas preguntas, sin embargo con nosotros conviven alimañas con hiel en su corazón.
El atentado del 11-M influyó decisivamente en el vuelco electoral de aquellas elecciones. Negarlo es absurdo. Los españoles decidimos otogar nuestra confianza entonces al PSOE y así, les entregamos el gobierno de España. Negar la legitimidad de aquellos resultados es también absurdo. En la actualidad, muchos interrogantes siguen abiertos sobre la autoría de aquellos atentados y los hechos que los rodearon. Negar su existencia es absurdo también.
La memoria de los que fallecieron aquél día junto a la de todos los ejecutados por los distintos grupos terroristas, el sufrimiento de tantas y tantas familias rotas para siempre, nos exige a todos un comportamiento ejemplar. La vida de cada uno de ellos, la alegría ya para siempre marchita de cada una de sus familias, debe suponer en nuestro ánimo un contrafuerte más que apuntale nuestra democracia. No podemos permitir que su sacrificio haya sido en vano.
Por tanto, y desde el más íntimo convencimiento democrático, debemos combatir sin tregua al terrorismo, venga de donde venga. No podemos consentir pactos ni paños calientes. El mejor terrorista es el terrorista neutralizado y separado para siempre de la sociedad democrática. Llevamos algún tiempo sin muertos de ETA pero estamos comprobando que la violencia callejera ha resucitado, se ha regenerado desde sus cenizas. Debemos plantearnos por tanto si estamos en el buen camino o debemos regresar al que mejores resultados dio.
Consecuentemente, parece lógico afirmar que este Gobierno debería cambiar con suma urgencia su posición al menos en dos asuntos: dejar de negar falazmente la existencia de interrogantes en el atentado del 11-M -y colaborar en el esclarecimiento de tan horrible suceso- y abandonar la tibieza con la que se sonríe al terrorismo de ETA y a su entorno para volver a presionarlos hasta su ahogo. Seguro que encontrarían incluso al PP como aliado. Seguro que se calmaría en gran medida la crispación política de nuestra sociedad actual. Y sobre todo, además de que el resto de los españoles lo agradeceríamos, se lo debemos a esas familias que son las auténticas víctimas del terrorismo y que nos lo están exigiendo a gritos, con sus voces y las de sus muertos.
Desde aquí, un abrazo muy fuerte y sincero para ellos.
Mars Upial.

05 marzo, 2006

La chirigota que colma el vaso


"Conjunto que en carnaval canta canciones humorísticas", según la R.A.E. esto es una chirigota. También admite la acepción de "cuchufleta", que la misma Academia define en su diccionario como "Dicho o palabras de zumba o chanza". De esta manera podemos deducir que chirigota es tanto el grupo que canta la canción humorística como la propia canción cantada. (Aquí es cuando debo vencer mi apetencia a comparar al Gobierno con una chirigota, tanto por ser un conjunto que vive en perenne carnaval como por las chanzas que de continuo nos canta). Me reprimo y a otra cosa.
Llevo la mañana leyendo en la prensa de la red el revuelo que se está organizando con la dichosa chirigota vencedora del concurso de ídem del carnaval de Ceuta. En todos lados hablan de ello y de lo ofendidos que se encuentran los musulmanes y otros colectivos que con ellos se identifican, apoyan o hacen causa común. Después de buscar un rato he dado con los terribles versos satánicos:
"Me han hecho a mi un cristo en caricatura
Que no se parece al mío ni en pintura
Y mi cultura no es la locura
Me fui directo al libro de naturales
Para ver si los turcos
Son animales racionales
Vi que esa gente y los bovinos son iguales
Y me aclaró la duda: son todos animales"
"Me ha llamado mi madre
Y me ha dicho que me calle
Que no cante más lo que no canta nadie
Antes de irme, ¡qué mal lo hizo Hitler!
Aquí estoy dando la cara y desarmado
Prefiero morir de pie que vivir arrodillado"
No he encontrado la chirigota completa pero, al parecer, estas son las dos estrofas más xenófobas e insultantes. Las transcibo aquí directamente, escasos y queridos lectores, para que juzguen ustedes mismos. Yo no lo voy a hacer.
Lo que sí me apetece es comentar lo rápido que algunos dirigentes políticos se han llevado las manos a la cabeza escandalizados por esta zumba. Es evidente que las aguas que han revuelto las caricaturas danesas lo están mojando todo y el que más y el que menos intenta congraciarse con el moro. Y digo yo que si este río no estuviera tan agitado, me apuesto un donut a que ni los musulmanes ceutíes le habrían dado la menor importancia al asunto. En vez de tomar las caricaturas como lo que son, una humorada, y la chirigota como lo que es, otra humorada, los voceros de siempre, interesados y correveidiles, se han lanzado a la calle disertando sobre xenofobia, religión, discriminación e insultos. No sé yo si los que tanto aullan han estado alguna vez en un carnaval andaluz...
Aprovechar la ocasión para armar ruido puede resultar indigno y hasta inmoral. Sobre todo en casos tan sangrantes como el de Pedro Zerolo (PSOE), abanderado de la minoría gay, que ha criticado duramente la letra de la chirigota y que, sin embargo, no dudó en encabezar una manifestación en la que los insultos, ofensas, mofas, desprecios y burlas hacia la iglesia católica fueron la actitud más extendida entre los manifestantes. No es de recibo tolerar y secundar la vejación a una religión y rasgarse las vestiduras por una actitud aún menos ofensiva hacia otra profesión religiosa. Es la doble moral a la que ya nos tienen acostumbrados los socialistas, el todo vale de su política diaria.
Hoy se entierra la sardina...
Mars Upial.
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