
Viendo lo publicado con relación a esta última noticia tuya, no tengo sino más convicción aún de que ZP va “a no se sabe dónde”, con su política de partido y de gobierno.
Estaba fraguando un comentario, o bien una participación en tu blog sobre tu parecer, al haberte enterado del último comunicado de E.T.A., cuando he visto este último aporte tuyo a tu blog.
Hablando sobre éste último, te quedas corto, supongo que por ser tantos los asuntos que rodean a la actuación de ZP en el gobierno de España, que no te habrán venido a la memoria. Hablo de la reciente noticia sobre una reforma del código penal, que afectaría a las condenas de presos etarras reduciéndoles los años que deberían pasar entre rejas, cumpliendo pena por los múltiples crímenes que han cometido y por los que han sido juzgados y condenados. Hablo también de las recientes reformas estatutarias, en particular de la catalana, en la que se empieza a forjar el molde por el cual se crearán futuras naciones: que un parlamento –y no por unanimidad- manifieste un sentir nacional y quiera que con este argumento se les reconozca dicha nacionalidad y nos saltemos por el forro cualquier otro punto de vista sobre este asunto, punto de vista de otras formaciones políticas, tan catalanas como las anteriores y a las que estas últimas desprecian negándoles la patria chica –llamándolos charnegos, llamándose charnegos entre ellos mismos, entre miembros de un mismo grupo político-, amén de procedimientos formales diplomáticos ante organismos internacionales (O.N.U., Parlamento Europeo, y otros que haya omitido). Hablo de exteriorizar conflictos armados, que no son sino puros actos de terrorismo y chantaje al estado, con secuestros, extorsiones, violencia callejera, y amenazas de todo tipo, de forma que divida también el organismo o institución internacional ante el que lo expone, en dos frentes. Total, ¿para qué? Si acaso, para escarnio nuestro, que veremos como un gobierno nacional se rinde a los dictados de una banda asesina y de su brazo político.
Veo en todo esto una estrategia política de mal gusto. Un querer cambiar las reglas del juego para favorecerse y perpetuarse. Ahí está el asunto del gobierno catalán que ha de nacer de las elecciones pasadas. Dejando al margen algunos aspectos, el hecho de ver como ahora se esfuerzan desde las filas del PSC por reconstruir el tripartito, para arrebatar el gobierno a la fuerza política más votada, esto es, CIU, es en mi opinión una clara muestra de lo que yo me temo será el devenir político futuro.
Ante estas tropelías, partidos políticos tales como Ciutadans de Catalunya primero y, quién sabe, un partido de izquierdas y no nacionalista en el País Vasco, según esta noticia que leo en el blog de Mars Upial, podrían ser los primeros pasos de una quiebra importante en uno de los dos partidos políticos más decisivos, por el número de electores se refiere, y que dejaría más clara aún su deriva interna, para desgracia del electorado de izquierdas que, siendo que no votaría jamás a una fuerza de otro signo o tendencia, ve con desconcierto cómo los dirigentes a quienes ha votado manejan la responsabilidad de gobernar con el mismo acierto con el que una banda de chimpancés gobernaría un galeón (y no es peyorativo, sino un símil práctico; por favor, no se ofendan).
¿Y qué será lo que pasará mañana?.
Buenas noches.